Cuando dos o más jugadores se encuentran empatados al finalizar la ronda o rondas estipuladas, el desempate de un partido no siempre se inicia por el tee del hoyo uno.

Imaginemos la siguiente situación: dos jugadores inician la ronda por el hoyo 10 y al terminar su ronda por el hoyo 9 se encuentran empatados. Para dilucidar quién es el campeón deben desempatar jugando uno o más hoyos. Por diferencia de handicap uno de los jugadores tendría un punto en el hoyo 10, hoyo con hándicap 1 del campo.

Los jugadores se plantean cual es el hoyo por el que deben empezar el desempate. El planteamiento de uno de los jugadores es que deben iniciar el desempate jugando el hoyo número 1 mientras que el otro jugador indica que deben jugar el hoyo 10 como primer hoyo de desempate. ¿Quién tiene razón?

Resulta evidente que el jugador que tiene punto en el hoyo 10 resultará beneficiado si se inicia el desempate por el hoyo 10, ya que de salida partirá con un golpe menos que su compañero de partida, situación que no es del todo justa a los ojos de la mayoría de jugadores.

Pero también es verdad que si se juega por el hoyo 1 es el jugador con handicap más bajo el que se verá ligeramente favorecido ya que se anula la diferencia de hándicap existente entre los jugadores, equilibrando niveles que, de partida, no son iguales.

Según la regla 2.3 el desempate debe empezar por el hoyo 10 y se jugarán tantos hoyos extra como sean necesarios para dilucidar el ganador. Como no puede ser de otra forma, los puntos por handicap se respetarán para el cálculo del ganador de cada uno de los hoyos extra que se jueguen en el desempate igual que se haría en la vuelta estipulada.

Desde mi punto de vista, en esta situación no habría forma de igualar los handicaps de ambos jugadores y siempre habrá alguien que podrá salir beneficiado pero lo importante es que las reglas definan la forma de actuar y que todos sepamos a qué atenernos antes de iniciar la ronda. Ese es el beneficio de las reglas de golf.